Muchos de nosotros crecimos con perros y atesoramos esos recuerdos. ¡Tus perros de la infancia podrían incluso ser lo que te inspiró a comenzar a servir de hogar de paso! La crianza temporal es una oportunidad maravillosa para enseñarles a tus hijos sobre la responsabilidad, la empatía y la importancia del rescate. Pero antes de que comiencen esas lecciones importantes, primero debemos asegurarnos de que toda la familia esté preparada para tomar las precauciones adecuadas para garantizar que todos se mantengan seguros y felices.

Si bien algunos perros se llevan bien con los niños de inmediato, otros pueden necesitar algo de tiempo para comenzar a sentirse cómodos con ellos. Es posible que, al principio, tu perro de crianza temporal se sienta más cómodo contigo que con tus hijos. Esto es totalmente normal e incluso tiene sentido: los niños pueden ser ruidosos e impredecibles, pueden tener menos control sobre la cantidad de presión que ejercen al manipular a un perro y, por lo general, no pueden comprender el lenguaje corporal de los perros. La mejor manera de asegurarse de que sus hijos y el perro de hogar de paso se diviertan juntos es seguir estos sencillos consejos:

QUÉ HACER:

¡Supervisar! La supervisión es clave cuando se trata de hogares de acogida con niños. Solo hace falta un segundo para que ocurra un accidente, por lo que nunca se debe dejar a los niños solos con el perro de acogida, sin importar lo bien que parezcan llevarse.

Comience con una presentación lenta. Es probable que su perro de acogida haya llegado a usted directamente del refugio o incluso después de un largo viaje por carretera a la ciudad. Es posible que al principio se sienta abrumado. Déle tiempo para que se adapte a su nuevo hogar y a los humanos adultos antes de presentarlo a sus pequeños. Cuando llegue el momento de que se conozcan, se debe enseñar a los niños a dejar que el perro se acerque a ellos en lugar de acercarse a él por su cuenta.

Anime a sus hijos a que le den espacio a su perro de acogida. Todos necesitamos nuestro tiempo a solas, y los perros no son diferentes. Enséñeles a sus hijos a no seguir ni perseguir al perro si se aleja y asegúrese siempre de que su perro de acogida tenga un espacio seguro al que ir, como su jaula.

Sea amable. Luchar, montar o recostarse sobre un perro de acogida puede causar mucho miedo y estrés. Los niños nunca deben jugar bruscamente con los perros. También es importante asegurarse de que sus hijos nunca toquen ni acaricien a su cachorro de acogida mientras duerme.

Ponga a su perro de acogida en una jaula durante el tiempo de juego. El juego bullicioso puede causar mucha excitación en los perros, ya sea por miedo o por felicidad. No es raro que los perros persigan o incluso muerdan a los niños que corren, gritan o saltan a su alrededor. Anime a sus hijos a mantener la calma cerca del perro y póngalo en una jaula durante el tiempo de juego.

Recuérdeles a sus hijos que el adiós es el objetivo. Los niños desarrollan vínculos rápidamente, por lo que puede llevarles tiempo acostumbrarse a despedirse de sus perros de acogida. Antes de llevar a tu perro de acogida a casa, habla con tus hijos sobre la diferencia entre acoger y adoptar, y cómo cada uno de ellos desempeña un papel importante para salvar vidas. Durante la estancia de tu perro de acogida, asegúrate de hacerles saber lo emocionado que estás de que tu cachorro conozca a su nueva familia. Con el tiempo, ¡tus hijos sentirán lo mismo!

LO QUE NO DEBES HACER:

No dejes que tu casa se ensucie. ¿Alguna vez has notado que los juguetes para perros y los juguetes para niños se parecen mucho? Tu perro de acogida probablemente sí. Es seguro asumir que cualquier juguete, ropa o comida humana que los niños dejen a su alcance es probable que termine en la boca de tu perro de acogida, así que asegúrate de mantener todo limpio.  Consejo: ¡Usa la visita de tu perro de acogida como una forma de motivar a tus hijos para que ayuden a limpiar la casa!

No dejes que tus hijos besen o abracen a tu perro de acogida. Esta es una forma normal de que los humanos expresen afecto, pero es importante recordar que los perros no comparten el mismo lenguaje del amor. De hecho, estos comportamientos pueden parecer groseros y amenazantes para un perro. En lugar de eso, enséñeles a sus hijos a besarles la mano y luego acaricie al perro con el beso.

No tolere las burlas. Los niños harán cualquier cosa para obtener una reacción de un perro, pero a veces estos comportamientos pueden ser inapropiados. Nunca se debe permitir que los niños pinchen, empujen, pellizquen o molesten de alguna otra manera a su perro de acogida.

No deje que sus hijos se acerquen a los recursos de su perro de acogida. Algunos perros defienden sus recursos, por lo que los niños nunca deben acercarse ni tocar la comida, las golosinas o los juguetes de un perro. Tampoco deben entrar nunca en la jaula del perro.

No deje que sus hijos actúen como cuidadores.F Los paseos familiares son divertidos, pero recuerde que sus pequeños no pueden sujetar la correa de su perro. Las responsabilidades relacionadas con el perro de acogida deben ser llevadas a cabo por alguien mayor de 21 años.

Como siempre, si tiene alguna otra pregunta, comuníquese con su compañero de acogida. ¡Su compañero de acogida estará allí con usted en cada paso del camino para asegurarse de que su experiencia de hogar de paso sea agradable para toda la familia!